No existirían los rockstars si no fuera por su banda.
Lucy Corne, desde Sudáfrica para el mundo.
Era un almuerzo en Bélgica, mesa grande donde cada uno se sienta donde haya lugar. Saludas a las personas que están en los asientos de al lado y enfrente tuyo. Capaz alguna ya la viste antes, capaz no. Te lo dije en otra oportunidad: participar de jueza en competencias es como un continuo primer día de clase.
En este almuerzo en concreto me senté al lado de Lucy sin saber que sería una de mil veces más. No se que tipo de ser de luz universal decidió que esto pasara. Pero seguro que fue algún ser muy divertido y al que le gusta el karaoke.
Esa noche en la barra de un pequeño barcito en un pequeño pueblo hablamos de zombies, cerveza, shots raros y el lugar de la mujer en las competencias. Sí, ese día pasamos de zombies al feminismo en unas 4 horas donde corrieron varias Duvel.
Lucy Corne es cofundadora y directora de competencias African Beer Cup, escritora de cerveza con muchas publicaciones, Advanced Cicerone® y jueza de cerveza con experiencia... y mi amiga. Pero sobre todo es quien me volvió a conectar con la cerveza desde el lado de una gran familia.
Disculpame pero me voy a poner bien nostálgica como el meme del abuelo de los Simpson contando lo que pasaba cuando era chico…
En Argentina, por el 2018 que es ayer y al mismo tiempo hace mil años (los años de la industria cervecera se parecen más a lo de los perros que a lo de los humanos, a que sí, no?). En fin, en ese momento si eras amiga del cervecero o cervecera le escribías y le preguntabas quién le había comprado ya el barril de la nueva X birra o si sabía a quién le quedaba algún barril de tal o cual elaboración que te sacó una lágrima de emoción. Si vos no conocías mucho al del bar la siguiente pregunta era si podía preguntarle al cuando pensaba pincharlo.
Por eso, en esa época de verdad éramos cazadores de cerveza. No podías esperar al día siguiente porque se podía haber acabado y …pum. Fuiste. Casi nadie enlataba ni embotellaba. Para probar la birra tenías que ir al bar que normalmente anunciaba con tiempo el día D. A veces también iba el cervecero.
WOW, que buenas épocas.
Ibas y SIEMPRE te encontrabas a los… de siempre. Valga la redundancia. Algunas eran caras que no querías cruzarte ni cerca, otras pasaban de ser desconocidos a amigos de la vida y hasta a familia…
Eramos una familia en ese momento. Cuando aparecía una cara nueva preguntamos quien era, hablábamos. Compartíamos algunas latas y botellas que alguien traía de afuera como lo hacemos con el mate pero con cerveza. Ibas sola porque alguien iba a estar. A ver. Lógicamente capaz se pinchaba en paralelo en 2 o 3 barrios entonces era más intimo.
Los del barrio estábamos seguro y si te agarraba en otro barrio… bueno, ibas al otro bar y te presentabas: “yo suelo ir a tal o cual barra” comentario que generaba siempre la reacción de “a sí, conozco de esa zona a pedrin o pedron” etc. etc.
Éramos todos amigos? No. Como en las familias numerosas tenés a tu tía preferida y al marido pesado que no querés ver. A la primita loca que no para de sacar fotos y al abuelo experimentado que podés pasar horas escuchando sobre su época de cervecero casero…. así éramos. Era muy divertido.
Con el tiempo me fui olvidando de eso, sobre todo cuando me vine a vivir a Madrid, en COVID TIME donde había distancia ente humanos y más aún entre humanos que no se conocían entre sí. Luego pasó esa etapa pero igual era distinto, casi todo se enlata, embotella,… Además, no dejo de ser una extranjera que miraban más veces que menos con cara de “quién carajo es?”. Otras veces no, al contrario, tengo ya grandes amistades locales que luego de meses me confesaron que la primera vez me miraron y prensaron: “quién carajo es?”. Pero se animaron a preguntar y con la suerte que además les caí bien.
La cosa es que para mi la comunidad cervecera es familia. Y yo ingresé a esa familia. No conozco otra manera de ser comunidad. Aunque con el tiempo me di cuneta que no siempre es así. Y con los viajes me doy cuenta que cada país tiene sus formas, su manera de actuar. Cada país tiene su sinónimo de “Beer freak” de la cerveza y en cada uno es bastante distinta. De verdad. Me rio solo de pensarlo y prometo que te voy a contar mi desglose por países. Es más, creo que si juntáramos a los Beer freak de un país con el de otro pasarían cosas muy locas dignas de documental.
Hablando de salchichas…
Cuando fui a catar a African Beer Cup, de mano de Lucy me volví loca. Ambas, Vicky y yo nos volvimos locas. Era una gran familia con sus cosas, sus amistades, pero los cerveceros de un lado iban a la cervecera del otro lado, estábamos todos y todas. Yo viví familia y eso… eso fue una bocanada de aire fresco que de verdad me lleno de adrenalina. Lucy es parte, ella es vibrante e invita, pregunta, llama, se interesa y congrega.
Porque necesitamos de todo en cada lugar pero sin duda la energía se contagia, la motivación nos mueve a todos y Lucy motiva. Motiva a que mejores, a que crezcamos… motiva a darlo todo.
En Sudáfrica, me encantaría ver que la cerveza artesanal se infiltrara en el público bebedor de cerveza en general. Hemos estado estancados en alrededor del 1% del mercado de la cerveza durante los últimos diez años y realmente no estamos viendo un crecimiento notable. Es un mercado difícil de ingresar, pero me encantaría ver a más bebedores de cerveza sudafricanos adoptando la cerveza artesanal. También me gustaría ver que la gente aquí realmente comience a ganar dinero con la cerveza. Ya sean cerveceros, educadores, dueños de bares, escritores... parece que todos hemos estado haciendo esto durante mucho tiempo pero realmente no estamos viendo resultados. Hay tantos "proyectos apasionantes" y sería maravilloso ver que algunos de ellos comiencen a ser más rentables. También deseo que la gente piense en la cerveza de la misma manera que piensa en el vino: es una bebida delicada y elegante que combina bien con la comida... no solo una bebida para beber con un plato de papas fritas. Lamentablemente, esa mentalidad todavía está muy presente aquí en Sudáfrica1.
Organizar una competencia no es nada fácil, y hacerlo teniendo en cuenta los detalles, generando una experiencia única donde da a conocer toda la cultura local cervecera, es más difícil aun. Porque ir a catar a African Beer Cup no es ir a un evento “isla” que podría ser en cualquier parte del mundo, como a veces sucede. Ir es conocer lo que hace, conocer sus marcas, su forma de elaborar, sus dificultades y sus fortalezas como parte activa de la industria cervecera. Sus lúpulos, sus granos... para mi fue una experiencia 360 grados que volvería a hacer mil veces si pudiera.
Y en toda esa experiencia podés ver trabajo en equipo, no estrellas de rock, sino una banda de personas que mueve, trabaja, con energía, invita, brinda y son pares.
Que importante es ser pares entre nosotros.
Sí, lógicamente necesitamos roles, pero roles que se sostienen entre si. Si esos roles no están interconectados lo que tenemos es lagartijas sin cabeza que corren y se pegan entre si (no voy a decir gallina pues soy de River Plate, ok?) Cuando pasa eso, desde afuera se ve y entonces toda la bandera pierde valor.
No es nada fácil sostener una unidad y más te digo, no es fácil conseguirla. Por mi experiencia en hoteles y en grupos grandes de trabajo de restaurantes es un sobre esfuerzo que no muchas personas se ponen a pensar y valorar.
En general, me inspiran las mamás que logran dejar su huella en el mundo laboral mientras mantienen el trabajo de más de tiempo completo de ser mamá. Trabajo con una agencia de redes sociales aquí que está dirigida por una madre soltera, Ntombi Mlangeni. Ella logró dirigir un negocio y obtener un título de maestría mientras era madre soltera de dos niños. Una de mis instructoras de gimnasio logra motivarnos a todas y lucir increíble (contenedores de acero) mientras es madre de cuatro niños. Nunca dejo de sorprenderme con Anaia (dos Santos), mi mano derecha durante la Copa Africana de Cerveza. Tiene un trabajo de tiempo completo y es madre soltera de tres niños y es una mujer poderosa, súper organizada, tranquila y serena. Es realmente difícil dirigir tu propio negocio o ascender en el mundo mientras también lidias con toda la culpa de ser madre, ¡y estas mujeres realmente me inspiran!2
Lograr armar el rompecabezas de la cerveza y la vida, la pareja, los amigos no es cosa fácil. Es verdad que en este punto creo que tanto Lucy como yo tuvimos la lucidez de que nuestra pareja también beba cerveza y que nuestras amistades beban más que una misma. Pero eso no lo hace más fácil. Las relaciones humanas siguen siendo relaciones, las familias siguen siendo familias.
Vivir con alegría nuestra familia y nuestro trabajo es algo posible. Vivir con pasión ambas cosas también. Y si no me creés tenés que conocer el trabajo que vienen haciendo por esa punta del mundo y como esta llegando a estar entre las mejores competencias del mundo.
Por suerte? No, por trabajo, por dedicación, porque tiene mucho rock de ese que nos hace bailar a todos los que estamos cerca y seguir contagiando la ola de la revolución cervecera.
Porque ningún rockstar existe sin su banda y en una buena banda todos son rockstar. O como pasa en la banda de Lucy: todos son cerveceros y cerveceras.
Por mas rock, pasión y familia.
Gracias Lucy. Gracias Cervecera.
Texto original: In South Africa, I would love to see craft beer infiltrate the wider beer drinking public. We have been floundering at about 1% of the beer market for the past ten years and aren’t really seeing noticeable growth. It’s a tricky market to get into, but I would love to see more South African beer drinkers embracing craft beer. I’d also like to see people here actually start making money from beer! Whether brewers, educators, bar owners, writers…it feels like we’ve all been doing this for a long time but aren’t really seeing results. There are so many ‘passion projects’ and it would be wonderful to see some of them start to become more profitable! I also wish that people would think about beer in the same way they do about wine – that is a delicate, fancy beverage that pairs well with food…not just a drink to chug with a plate of fries. Sadly, that mentality is still very much present here in South Africa.
Texto original: I’m generally inspired by moms who manage to make a mark in the working world while still holding down the more-than-full-time job of being a mom. I work with a social media agency here that’s run by a single mom, Ntombi Mlangeni. She managed to run a business and obtain a Master’s degree while being a single mom to two kids. One of my gym instructors manages to push us all and look amazing (bins of steel) while being a mom to four kids. I never cease to be amazed with Anaia (dos Santos), my right-hand woman during the African Beer Cup. She has a full time job and is a single mom to three kids and she is just this powerhouse of a woman, uber-organised and calm and together. It’s really tough to run your own business, or work your way up in the world while also dealing with all the mom guilt and these women really inspire me!