Lo que no se cuenta, no existe ni cambia
Daria Labinsky, una larga historia comunicando cervecera
El crecimiento de toda industria es en equipo y la cerveza no se queda por fuera de esto. Es más. Estoy segura que si durante un año damos y somos capaces de saber recibir "retroalimentación constructiva" tendríamos resultados espectaculares.
¿A que me refiero con retroalimentación constructiva? A ofrecer comentarios enfocados en el crecimiento, destacando tanto lo positivo como las áreas de mejora, siempre con respeto y con el objetivo de ayudar al otro a desarrollarse o desempeñarse mejor. Para esto, la clave de un buen feedback es que deberíamos incluir ejemplos concretos y sugerencias prácticas para mejorar.
Exacto. Dar un feedback constructivo conlleva tiempo y sobre todo conocimiento real sobre el tema. Un feedback no es una opinión subjetiva, aunque ambas se puedan dar gratis o cobrando por ella =X.
Cada uno puede opinar lo que quiera, pero eso no va a hacer crecer a nadie, menos si no se hace con empatía.
Sigamos…
¿Dónde se pueden conseguir feedback constructivos profesionales? En campeonatos serios de cerveza, en asesoramientos con profesionales y, también, con colegas que busquen como vos mejorar. Pero ojo, esto no sirve solo para cervezas, también sirve para negocios: feedback de festivales, de campañas de marketing, de publicidad y hasta de hojas de cata. Sí, yo misma recibí muchísima ayuda en mis primeros años por parte de juezas/amigas/cerveceras super experimentadas a las que les enviaba mis hojas de cata. A partir de ellas me comentaban si eran claras, que puntos quedaban sueltos, que descriptores o recomendaciones podía ajustar. Parte del Gym de Cata1 nace de esta experiencia propia.
Otra gran forma de ir haciendo cambios y mejoras en nuestra cerveza/forma de comunicar/actividad es dialogar, preguntar… debatir con otros. Así es como conocí a Daria en el Great American Beer Feestival 2024. Estábamos hablando con unos colegas sobre algunas cervezas, compartimos experiencias y quedamos en contacto.
No hay nada más enriquecedor que eso en los festivales. No solo ir a probar cervezas sino aprender de los cerveceros sobre como lograron esa cerveza y compartir con otros profesionales.
Comunicarnos es la clave.
No podemos saberlo todo. Nadie sabe todo y la respuesta está a una pregunta de distancia.
Daria Labinsky antes de convertirse en archivista y especialista en registros y trabajar para la Administración Nacional de Archivos y Registros y el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos, fue periodista, editora e indexadora. Editó y/o indexó 12 libros para Brewers Publications y, junto con su esposo, Stan Hieronymus, escribió la Guía del viajero cervecero de la revista All About Beer, la Guía del amante de la cerveza de los Estados Unidos y The Brewpub Cookbook (así como una biografía histórica no relacionada con la cerveza). También fue editora ejecutiva de Southern Draft Southwest y columnista de la revista All About Beer, y escribió docenas de artículos para otras publicaciones cerveceras nacionales y regionales. Ganó muchos premios del Gremio de Escritores de Cerveza de América del Norte y fue finalista en la categoría de Escritora de Cerveza del Año. Ella y Stan viven en Colorado.
Muchos fanáticos de la cerveza consideran a Colorado, donde vivo, una “meca de la cerveza”. Tenemos excelentes cervecerías aquí: Left Hand, Odell’s, Avery, Weldwerks, Bierstadt, Cannonball Creek… la lista continúa. Pero todavía hay muchas cervecerías que elaboran cerveza mediocre o peor, no solo en Colorado sino en todas partes. Cuando encuentro otra cerveza que “no volvería a pedirla”, me pregunto si el cervecero está contento con ella. De acuerdo, mis opiniones son personales, pero hay algunos componentes de sabor que probablemente desaniman a la mayoría de los aficionados a la cerveza: el diacetilo, por un lado, y la aspereza (lo que el escritor de cerveza Joe Stange llamó “algo astringente, gomoso”; haga clic aquí para conocer la ciencia detrás de esto) por otro. Mi esperanza no es que las cervecerías menos que estelares quiebren, sino que aprendan a hacer mejor cerveza. Tal vez presenten sus cervezas en concursos y se tomen en serio los comentarios honestos y útiles. O les pedirán a los cerveceros cuyas cervezas les gustan, o a otros expertos en cerveza, que prueben sus cervezas y brinden sugerencias constructivas para mejorar.
Sé que la mayoría de los cerveceros no tienen un incentivo para cambiar sus recetas de cerveza, mientras la gente siga comprando su cerveza, pero espero que hagan un esfuerzo para mejorar sus productos y hacer más felices a sus clientes2.
Nosotros, los consumidores, somos parte fundamental de la industria de la cerveza. Como todo producto necesita de quien lo compra y por eso podemos ayudar a que cada día crezca.
Si seguimos simplemente apoyando a mi amigo cuya cerveza “no esta tan buena pero…”¿Cómo va a lograr crecer? La realidad es que capaz no quiera crecer. Pero entonces al final, aleja al poco mercado con el que contamos y perdemos todos. Eso también hay que comunicarlo. Esto no es un hobby para todos, para algunos es una profesión, un trabajo y el sustento de sus vidas.
Y sí. Esa es la realidad.
¿Tenemos que ir por la vida diciéndole a la gente que su cerveza no nos gusta? No. Tenemos que seguir aprendiendo de la bebida que nos gusta para poder dar una opinión constructiva al respecto.
En mi caso yo lo digo, la persona puede estar de acuerdo o no. En medio de un festival no puedo dar un feedback completo porque no es un lugar de cata pero si puedo saber si quiero o no terminarme esa cerveza. Si la respuesta es que no puedo se lo digo y con empatía le ofrezco darle comentarios en otro momento con las herramientas necesarias. Son pequeños gestos los que cuentan y como llevarlos a cabo.
Justamente son los pequeños gestos los que van a ir haciendo el cambio en la igualdad y en la calidad.
Muchas personas han hecho grandes cosas por la industria cervecera, pero Teri Fahrendorf es verdaderamente inspiradora.
Teri fue una de las primeras mujeres cerveceras en los Estados Unidos. Comenzó como cervecera casera y completó el curso de diploma en tecnología cervecera en el Instituto de Tecnología Siebel en 1988. Hizo una breve pasantía en River North de Sieben en Chicago y trabajó en algunas otras cervecerías antes de unirse a Steelhead Brewing Company en Portland, Oregon, en 1990. Teri permaneció en Steelhead durante 17 años. Además de ser la maestra cervecera, dirigió las operaciones de elaboración de cerveza en otras cervecerías de Steelhead, y sus cervezas ganaron muchas medallas. Ha ocupado varios otros puestos en la industria desde entonces, ¡y también es artista de cerámica!
Lo que es realmente inspirador es que Teri fundó la Pink Boots Society en 2007. La misión de la organización sin fines de lucro es "asistir, inspirar y alentar a las mujeres y personas no binarias en la industria de bebidas alcohólicas/fermentadas a avanzar en sus carreras a través de la educación". La sociedad ahora tiene alrededor de 2000 miembros y está abierta a personas que trabajan o quieren trabajar en todos los aspectos de la industria, incluidas las ventas, el marketing, la redacción, la gestión y, por supuesto, la elaboración de cerveza. Tiene capítulos en 38 estados y Washington, DC, y ocho ubicaciones internacionales. Recauda fondos y otorga becas, y organiza seminarios web, conferencias, reuniones y otras oportunidades de networking. Y brinda apoyo a las mujeres y a quienes se identifican como no binarios. Ojalá esta notable organización hubiera existido cuando escribía sobre la industria cervecera, porque definitivamente cubre una necesidad3.
Ojalá cada vez podamos comunicar con más igualdad y no tantas noticias y críticas. Ojalá dejemos de quejarnos de lo que nos falta y empecemos a mejorar las recetas de lo que ya tenemos entre manos: bares, etiquetas, recetas, equipo…
Ojalá dejemos de hablar de la igualdad en la industria solo en marzo.
Ojalá podamos seguir acercándonos a personas como Daria, abiertas y con años de experiencia, y escuchar lo que tienen para contarnos y como ven la actualidad. Esos son los diálogos que nos ayudan a mejorar, crecer y tomar sus recomendaciones.
Gracias Daria por tantos años comunicando cerveza y gracias por aceptar enviarnos tus palabras para que sean muchas las personas que puedan seguir conociendo tu punto de vista.
Gracias cerveza por darme la oportunidad de seguir creciendo.
Gracias Daria. Gracias Cerveza.
Hola! Soy Agus Blanco,
Mi formación en análisis sensorial es una piedra angular de mi trabajo. Soy Certified Cicerone®, jueza de cerveza certificada por BJCP, y he completado numerosos cursos de análisis sensorial en cerveza, whisky y otros destilados. Además, me enorgullece enseñar estas habilidades a otros, organizando cursos, catas y trabajando junto a expertos internacionales.
En el transcurso de los últimos años fui jurado campeonatos en Polonia, Brasil, Argentina, España, Italia, Alemania, Sudáfrica, EEUU, México y Bélgica.
Todo esto me lleva a ponerme delante tuyo y ofrecerte mis conocimientos y experiencia para que también puedas disfrutar de la cerveza de una manera distinta.
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Many beer fans consider Colorado, where I live, a “beer mecca.” We do have great breweries here—Left Hand, Odell’s, Avery, Weldwerks, Bierstadt, Cannonball Creek … the list goes on. But there are still a lot of breweries that make beer that is mediocre or worse, not just in Colorado but everywhere! When I come across another “wouldn’t order this again” beer, I wonder if the brewer is happy with it. Granted, my opinions are my own, but there are a few flavor components that probably turn off most beer aficionados—diacetyl, for one, and harshness (what beer writer Joe Stange called “some astringent, rubbery hop bite”; click on the link to learn about the science behind it) for another.
My hope is not that less-than-stellar brewers go out of business, just that they learn to make better beer. Perhaps they’ll enter their beers in contests and take honest, helpful feedback to heart. Or they’ll ask brewers whose beers they enjoy, or other beer experts, to try their beers and provide constructive suggestions for improvement. I know that most brewers don’t have an incentive to change their beer recipes, as long as people continue to buy their beer, but I hope they’ll make an effort to improve their products and make their customers happier.
A lot of people have done great things for the brewing industry, but Teri Fahrendorf is truly inspirational. Teri was one of the first women brewers in the United States. She started out as a homebrewer and completed the diploma course in brewing technology at the Siebel Institute of Technology in 1988. She briefly interned at Sieben’s River North in Chicago and worked at a few other breweries before joining Steelhead Brewing Company in Portland, Oregon, in 1990. Teri stayed at Steelhead for 17 years. Besides being the brewmaster, she managed brewing operations at Steelhead’s other brewery locations, and their beers won many medals. She has held several other positions in the industry since then, and she’s also a ceramic artist!
What’s really inspirational is that Teri founded the Pink Boots Society in 2007. The nonprofit organization’s mission is to “assist, inspire and encourage women and non-binary individuals in the fermented/alcoholic beverage industry to advance their careers through education.” The society now has around 2,000 members and is open to individuals who work in, or want to work in, all aspects of the industry, including sales, marketing, writing, management, and of course, brewing. It has chapters in 38 states and Washington, DC, and eight international locations. It raises funds for, and awards, scholarships, and hosts webinars, conferences, meetings, and other networking opportunities. And, it provides support for women and those who identify as nonbinary. I wish this remarkable organization was around when I was writing about the brewing industry, because it definitely fills a need.