Motivando a dar lo mejor de uno
Luc De Raedemaeker cofundador y director del 'Brussels Beer Challenge'
Sabés perfectamente que soy una activista no por teoría sino porque experimente en carne propia lo que es que te digan sin que les tiemble la voz que buscan gente con profesionalismo y por eso seleccionan solo varones. Realmente la cantidad de mierdas que habré escuchado en mi vida es una locura. Lamento mucho que cuando empecé a trabajar de camarera a los 18 años, no tuviera la lucidez de anotar todo. Si hubiera sido así hoy tendría más hojas que el Don Quijote.
No pongas cara de sorpresa, esto es algo que sigue pasando en la industria de la cerveza. Lo que pasa es que lo soportamos ya sea porque estamos demasiado acostumbradas (las mujeres a recibirlo y muchos de los varones ni lo notan) o porque tuvimos la suerte de cruzarnos con la gente lógica que no tiene esos sesgos. Una de esas personas lógicas es Luc a quien conocí en la Copa Mediterránea. Lógica, cercana y dispuesta a compartir sus miles de conocimientos. Además ama el whisky, lo cuál lo hace un ser aún más lógico a mi parecer =)
Todo el amor por la cerveza lo aprendió en su casa: “si tienes que comer y beber de todos modos, también puedes disfrutarlo” sería más o menos la traducción de la ley fundamental que lo mueve. A ver, que tampoco lo veo tan difícil a eso de comer y beber disfrutando habiendo nacido en Bruselas, donde no tardó en apreciar las ofertas del valle Zenne: el Geuze y Lambiek. Para mí, nacida y criada en la Ciudad de Buenos Aires, donde esperaba con ansias que un colega viaje a Bélgica para que traiga para compartir algún tesoro, pensar en haber nacido al lado de ellos es un sueño.
No me voy a cansar de decirlo: los que trabajamos con bebidas desde hace años en distintos puntos de Sudamérica somos muy nerds porque no nos quedaba otra. Teníamos que leer y aprender de algunos sabores porque no ingresaban al país. Sí, había cerveceras que elaboraban estilos tipo belgas para ofrecernos algo fresco y accesible con ese perfil de sabor. Pero no era algo que podamos comprar en el supermercado de la esquina como pasa en Madrid y en otras ciudades europeas. Esa es la realidad. De hecho, es lo que más me sorprendió en mi primer viaje a Bruselas. Ver a jóvenes bebiendo directo de la botella Tripel Karmeliet, De Dolle Brouwers… me dió envidia. A ver, estoy orgullosa de mis litros y litros de Quilmes bien fría. Pero un poco de envidia me dan. Envidia de la buena. Imagínate haberte agarrado tu primer pedo con una Chimay. Esa es buena vida.
Pero todos sabemos que el amor por la cerveza no viene de esos primeros pedos sino, como le pasó a Luc y me paso a mi, se aprende estudiando, catando, bebiendo. Él, como yo, estudió para bartender y fue apreciando el mundo poco a poco. Tanto lo apreció que ahora es profesor de citología, editor jefe de Bier Grand Cru y su primer libro “El libro de la cerveza belga” ha sido aclamado como la guía perfecta de la cerveza belga y cultura cervecera.
Si te pones a pensar, cuando conectas con una bebida es cuando entendés que aunque sigas estudiando, te queda un infinito de cosas por conocer de ella. Ese es el punto en común que encuentro con todos los agitadores. Porque cuanto más conoces, más aprecias y sobre todo más te gusta contagiar a otros. A Luc por eso lo vas a encontrar habitualmente como ponente en festivales gastronómicos y cerveceros de todo el mundo.
Mi mayor preocupación es la creciente influencia del lobby anti-alcohol en Europa. Espero sinceramente que todos los ciudadanos sigan disfrutando de un buen vaso de cerveza y que los grupos de presión anti-alcohol encuentren un propósito más significativo en la vida que privar a los bebedores de cerveza de su disfrute.
Pero veamos el lado positivo: a pesar de los desafíos económicos, el sector cervecero se mantiene relativamente bien. Los cerveceros continúan demostrando una creatividad notable y los bebedores de cerveza aún aprecian el divino líquido de elaboración. Entonces, abracemos la vida y compartamos un buen vaso de cerveza con viejos y nuevos amigos. Ésta es mi esperanza para los próximos años.
No puedo dejar de resaltar dos temas de sus palabras.
Uno: vive y deja vivir. Hay cervezas para todos los gustos. De verdad: para todos. Hay algunas más amargas, dulces, frutales, herbales, secas, empalagosas, con y sin alcohol. Y muchas muchas muchas muchas muchas más. Y también lo que hay son muchos enfrentamientos innecesarios cuando podríamos convivir en tranquilidad.
Hace ya varios años que la movida “low abv” o baja graduación alcohólica llegó al mundo de la coctelería y creo que es muy bueno. Siempre lo pensé, porque era un mundo donde casi todo, al tener de base un destilado o vino fortificado, etc tiene mucho más graduación alcohólica que una cerveza. Justamente tener coctelería con menos alcohol lo que hizo fue abrir el público. Entiéndase: que cada vez más gente pueda acercarse a la coctelería. Ese fue el resultado: abrirse a más público. ¿Me seguís? Es simple: la idea es llegar a más personas, no a menos.
Dos: Viejos y nuevos amigos. La historia se está escribiendo y quienes agitan y apuestan por el futuro siempre tendrán una mirada hacia adelante. Punto.
Me han inspirado muchas personas de la industria cervecera, pero sobre todo los monjes y el personal de la abadía y cervecería de Westmalle. Su capacidad para elaborar cervezas divinas manteniendo un toque humano genuino, sin ser demasiado simplista, me ha dejado una impresión duradera.
En segundo lugar, Yvan De Baets de Brasserie de la Senne ha sido una fuente de inspiración para mí. No sólo es un genio cervecero sino también un ser humano excepcional. Yvan crea excelentes cervezas con toques únicos y sigue firmemente su propio camino. Además, Sven Dekleermaeker de Dekoninck encarna cualidades que admiro: inteligencia, humildad, humor y unas excepcionales habilidades cerveceras.
Mis disculpas a todos mis otros héroes de la cerveza.
Luc también es cofundador y director del 'Brussels Beer Challenge', uno de los más prestigiosos concursos internacionales de cerveza, y cofundador de France Bière Challenge. En el BBC tuve la oportunidad de ser parte del jurado 2 años. En el segundo año visitamos Westmalle por lo que coincido totalmente con sus palabras. Es un lugar donde la magia se ve tanto en las personas como en sus cervezas. También te puedo decir que Luc no solo es un gran anfitrión sino que junto a todo su equipo hacen que la experiencia de BBC sea no solo profesional sino también motivacional.
Cuando ves tratar a la cerveza con el respeto y el servicio perfecto, aprendes a tratarla de la misma manera.
Cuando ves tratar a todos los jueces como pares y alentarlos a que den lo mejor de ellos para sus devoluciones, aprendes a poner todo tu esfuerzo en dar lo mejor de ti.
Cuando ves la alegría y el trabajo de un equipo para hacer que cada detalle sea único, no quieres volver a hacer nada a medias, quieres hacerlo todo para que sea único.
Desde los stewards, hasta estar ir cambiando de ciudad para dar a conocer la cultura de la cerveza de toda Bélgica, cada experiencia deja una marca inmensa. Y cuando digo cada experiencia, digo todos los viajes que hago, no solo con ellos. Porque me motivaron a centrarme en los detalles, en el ambiente, en el servicio, en la buena evaluación, en saludar y conocer por su nombre a cada Stewart, a dar todo en cada feedback…
Luc está escribiendo la historia de la cerveza, como lo estás haciendo vos. Cada uno desde su lugar, agitándose mutuamente a llevar a más personas a la cerveza, a su buen servicio y a su excelente, amigable, humilde cultura.
Gracias Luc. Gracias Cerveza.
Pd.: Si tienes tu propia cerveza, no dudes en inscribirte en BBC porque va a ser tratada perfecto y recibirás una gran evaluación. Si querés ser parte del jurado tienen una página donde enviar tu solicitud. Tienes que tener paciencia pero sin duda vale la pena.